Francisco Fernández Sevilla, el líder de UGT-Andalucía, aclaró hace unos días que los afiliados de su sindicato no son “hermanitas de la caridad”. Desconozco si alguien ha afirmado alguna vez lo contrario –confundiendo, quizá, el acoso sindical a la juez Alaya tras el arresto del secretario de UGT-Cádiz con una devota procesión religiosa–, pero se agradece la aclaración. Fernández Sevilla justificó la manifestación frente al juzgado de la hoy escoltada Alaya como un ejemplo de “militancia activa” frente a la “campaña muy bien orquestada” de “ataques” de la derecha para “desprestigiar” a su organización.