“Is a dream a lie if it don’t come true
Or is it something worse?”
Bruce Springsteen, The River
Springsteen se pregunta en The River si los sueños que no se cumplen se convierten en mentiras. La ilusión madrileña y española por albergar los juegos olímpicos de 2020 se ha tornado en decepción al ser eliminada su candidatura a las primeras de cambio. Al perder, muchos han creído despertar y descubrir que la ilusión olímpica no era más que un etéreo sueño.
Lo cierto es que la candidatura madrileña no era un sueño sino una competición. Madrid competía con otras ciudades y, como en cualquier otra competición, gana el que queda primero y no el que más merece o necesita ganar. El error pudo ser olvidar este hecho y, también, que no se designaba al ganador en función de un cronómetro o de un marcador objetivos, sino del voto secreto de un tribunal dominado por complejos intereses.
La candidatura olímpica prometía ser un espaldarazo, una muestra de confianza internacional en el futuro de España. Ahora, parecería que el mundo nos abandona en el sumidero de la crisis.
El mayor error que podríamos cometer al evaluar la campaña de Madrid 2020 sería asumir que la confianza en España depende exclusivamente de personas extranjeras. Peor aún, que depende de un centenar de miembros del Comité Olímpico Internacional (COI). Frente a la crisis que nos asola, no nos limitemos a buscar en el exterior señales de que se puede confiar en España; tengamos iniciativas que devuelvan a los españoles la confianza en su país.
¿Cómo? Con la regeneración democrática de España. Este es un proyecto que genera ilusión y que, además, no cuesta dinero (más bien al contrario). Si debiese resumir qué es la regeneración en cinco ideas (más en “Pisando Charcos”), éstas serían las siguientes:
1) Mayor responsabilidad de los políticos ante sus votantes: cambio de la ley electoral para acabar con las listas electorales cerradas e introducción de las circunscripciones uninominales de forma que el ciudadano vote a una persona y no a una lista.
2) Quien la hace la paga: que la responsabilidad ante la Justicia sea la misma se sea quien se sea.
3) Reducción del gasto público, de la presión fiscal y de la burocracia: la Administración debe tender a facilitar las iniciativas de los españoles en vez de subvencionar y autorizarlas.
4) Mayor responsabilidad de las cúpulas políticas ante sus militantes: elección de todas las cúpulas y candidatos electorales de los partidos políticos a través de primarias (siguiendo la lógica de “un militante, un voto”).
5) Financiación voluntaria de partidos, sindicatos y patronal: a través de las cuotas de sus afiliados y de otras donaciones privadas (incuyendo el crowdfunding).
La decisión olímpica no puede dejar a los españoles huérfanos de ilusión. Hay algo peor que descubrir que una ilusión era una mentira: vivir sin ilusiones. A la decepción de los sueños rotos de Springsteen habría que contraponer el optimismo de La Cabra Mecánica: “No me llames iluso por que tenga una ilusión”. No hay alegría de vivir sin ilusiones que cumplir.
Tengamos una ilusión, pero no pongamos nuestras esperanzas de un futuro mejor en las manos de otros. Pongámoslas en manos españolas, exigiendo la regeneración de nuestra vida política. Haciéndolo, si Madrid vuelve a presentarse para albergar los Juegos Olímpicos, sabremos que el COI podrá decidir sobre la ubicación de las olimpiadas, pero no sobre nuestra confianza en nosotros mismos.
11.09.2013 a las 13:54 Enlace Permanente
Imaginemos que los del COI si eligen en base a meritos, y no estamos hablando de meritos en termino de instalaciones olímpicas sino de mérito país. A Madrid hay que elegirla por lo bien que ha hecho España en cuanto a la salida de la crisis. Si esto es cierto, ¿acaso no ha ganado la nominación, el país que mas mérito tiene? O vamos a pensar que salir de una crisis económica es más meritorio que haber superado un devastador tsunami que luego causo un derrame nuclear. Tenemos que dejar de mirarnos al ombligo y darnos cuenta que no somos los únicos que estamos pasando por malos momentos. Hay otros países que están superando eventos mucho mas serios que los nuestros, y merecen mucho más el reconocimiento internacional y el empujón para la moral ciudadana que supone haber sido elegido para ser sede de unos juegos olímpicos.
10.10.2013 a las 00:17 Enlace Permanente
Suena bien, pero…
http://delacerraduraelojo.blogspot.com.es/
10.10.2013 a las 20:42 Enlace Permanente
Gracias por tu comentario y por tu post, Russell, que ya he leído. Permíteme que me quede más con los “síes” que con los “peros”. Por supuesto que ningún sistema es perfecto y que todo lo que propongo podría tener algún inconveniente. Pero estoy convencido de que, en general, estas medidas tendrían menos inconvenientes que los que tiene el sistema actual. Para saber por qué, te recomiendo “Pisando Charcos.”